martes, 5 de noviembre de 2013

The Black Angels - River of blood



Trail away, an endless day, it happens once in your life.
To be enthroned, in your home well, meet me by the drum.
Amen (River of blood, river of blood) (River of blood, river of love)

Wreckin' days, you're flawless in ways, we break for the countryside.
The rebels were all shocked to find no food or guns in those mines.
You're sitting ducks (river of blood)

On this river of blood,
On this river of...

Safe to stay, streams of red and grey, it happens once in a while.
A freedom chase, right next to me, you've brought them their last wife,
but, it's not enough (river of blood)

On this river of blood
On this river of...
On this river of...

I hear footsteps coming near us
They're getting louder,
I am frightened 
This is it yeah, we are ready! 

Superkilling rings headed for me,
You're too damn human darlin'
New voices spinning in circles
I'll do what they tell me, 
If they get me 

You and I, will never know,
Probably be dead by tomorrow 
You and I, will never know 
You and I, you can know 
you and I It wasn't like they told me (I can't believe we got away)

This isn’t like they told me In the same room, 
With the same blood, 
Speaking freely, 
Talking has never been so easy 

On this river of blood
On this river of 
On this river of

domingo, 6 de octubre de 2013

De los errores y la ingenuidad



Fueron el eco de las olas, gritos en los que el agua se mueren de a poco, gemidos de dolor, de pasión, de fuerza para quienes no olividan. Son brisas de ardor y de sueños, suspiros ajenos, prostitutas sin cliente y con hambre en las noches de invierno.

Los títeres de esta historia lucen deshilachados y usados, sus ropas manchadas y hediondas. Las piernas que miran cruzadas la escena son las de una mujer con vestido rojo, escotado y apretado, medias entalladas, escrúpulos ligeros y vanos... Efímera y hetera.

Serán canciones y poemas escondidos, virtuales ante quien quiera que trate de encontrarles, letras esotéricas e ignoradas, pasos que hieren con peste, manos que acarician el cuello de un muerto, uñas largas, rímel corrido, sufrimiento en vano...

Los muertos no hablan ni resan- Tampoco desean ni cumplen. No cantan más que el silencio, no dicen la verdad ni buscan consuelo.

Los poemas y las canciones berrean, y en su melodrama entorpecen al corazón, embriagan y lloran sin rumbo, son de drama y risa, de demencia y sinceridad cuándo se hartan de tanto adorno, de tanta droga...

Y las funestas horas pasan como granos de arena. Cayendo en montañas sin dueño, atravezando un viento sin rumbo, musitando metáforas sin sentido. Como el hombre que vuela y el águila mustia: adormecidos por el veneno de sus deciciones, y que se encuentran en una mirada distante, lamentando, escupiendo hacia el cielo esperando ingenuamente no escupurse, no mancharse de sus propios actos y deciciones, anhelando que la inminente gravedad no haga su trabajo, el hombre cayendo, el ave volando...

martes, 25 de junio de 2013

De la devoción y el amor...


Y es que no hay oscuridad sin esa sensación de calor que tapa mis sueños. No hay consejo que valga más que la frescura de su sonrisa. Aquí, los mortales bendecimos su nobleza, vemos con anhelo, miramos con nostalgia y susurramos la alegría por cada beso entregado. Casi en trance musitamos con nuestro último suspiro su nombre y callamos hasta que el sol nos acompaña con tibeza.

Y en las noches de frío las mentes de quienes aquí recaen en pesadumbre de la soledad que genera su ausencia, convocan una sola de sus caricias, uno solo de sus pensamientos, muchos recuerdos a las estrellas. Es aquel, el dios que le da brillo a la noche y perdón a los vagos, que acobija nuestra locura con su música secreta en el orden de los astros, que acomoda el ciclo de los planetas y su demente paso por los cielos aurales y australes.

Aquí yacemos los que vagamos sin el consuelo de vivirle en carne esta noche, y así cargaremos nuestro estigma de dolor y vergüenza por haberle encontrado sin merecerle. Así dilucidamos nuestro presente alucinando a esos parajes, en los que nos entregamos de manera caprichosa para encontrarle. Y cada doloroso paso en nuestra eterna letanía, la agradecemos con la infinita felicidad que nos dio cada uno de sus abrazos, esa gentil mirada, ese cálido aliento, ese tan desesperado consuelo. Así lloramos con lagrimas de olvido y felicidad, de esperanzas y de ensueños Aquí en la imaginación hemos alojado un cachito de realidad y luego reímos, como si locos fueran los que lloran y luego ríen, y no los que ríen y luego lloran.

Y es que los que te veneramos aprendimos que del dolor a la risa está un paso, y ese es tu nombre, que decimos bajito cada que nos acordamos, que susurramos al enlistar cada una de tus cualidades, cada una de tus palabras: cada gesto que añoramos lo alojamos en  nuestra disfuncional memoria...Y ahí, ahí radica nuestra tragedia: en la limitación humana para, por un lado, de no poder recordar cada instante de tu presencia, y por el otro, el no poder dejar de pensar en ti a cada instante...